Posición del micrófono: Asegúrate de que el micrófono esté cerca de las voces de los conductores para garantizar una buena calidad de sonido. La distancia ideal es de unos pocos centímetros, sin que llegue a distorsionar o crear ruidos indeseados.
Control del ruido ambiente: Es fundamental grabar en un espacio aislado del ruido externo. Si no es posible, trata de minimizar las fuentes de ruido cercanas (ventanas abiertas, ventiladores, ruidos de tráfico, etc.) para evitar que interfieran con la grabación.
Ensayo previo: Antes de empezar la grabación en serio, realiza una prueba de sonido. Esto te ayudará a ajustar los niveles de volumen, la calidad de la voz y cualquier posible interferencia.
Evitar interrupciones: Si estás grabando en un espacio compartido, asegúrate de que no haya distracciones ni interrupciones, como personas entrando o saliendo, o dispositivos que puedan hacer ruidos.
Organización del contenido: Es útil tener un guion o una estructura previa para cada programa. Aunque la improvisación es valiosa, un esquema básico garantiza que no se pierda el hilo de la conversación y que se cubran todos los temas importantes.
Edición posterior: No subestimes el poder de la postproducción. Una vez grabado, edita el contenido para mejorar la fluidez del programa, cortar segmentos innecesarios, y mejorar la calidad del audio.
Poder de la voz: La voz es el principal instrumento de un programa de radio. Mantén un tono claro, amigable y natural, evitando hablar demasiado rápido o demasiado lento.



